Yo creo que creer que el amor es bonito es creer que el suicidio es bonito. Pero el suicidio interno, claro.
Y por eso me encanta tu caos. Y el desastre que me produce.
Yo soy de las que piensan que más vale una sonrisa triste que tres mil miradas bajas, aunque sean tus ojos.
Ven a ser mis ojos, aunque sean sólo 10 minutos.
Y a lo mejor te debo tres mil razones para que permanezcas aquí.
Pero tú me debes tres mil una para saber por qué quiero que estés.
Y a lo mejor se te hace extraño vernos juntos, como a mi tú, como tú yo.
Y, quizás, se te hace raro mirarme y encontrar más razones para vivir que para no hacerlo. Más razones para quedarte que para decir 'adiós'.
Más razones, ya sabes. Que razones tenemos demasiadas para alejarnos el uno del otro.