Así que he llegado a la conclusión de que las almas gemelas caminan en líneas paralelas, nunca se tuercen, nunca se desvían, nunca se juntan. No son secantes, no se cortan, son paralelas. Son dos putas líneas paralelas que separan a millones de personas de la felicidad. ¿Y los que se juntan? Eso son errores del destino, se equivoca, no puede con todo, se le va de las manos. Son pocos, afortunados, felices. Pero yo no creo en un sólo hombre ideal, creo en el amor, y con eso me basta.
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