Creces, experimentas,aprendes,lloras,ríes,disfrutas y crees saber como funcionan las cosas, tienes ganas de comerte el mundo, estás seguro de haber encontrado la clave que podría cambiar tu vida,puede ser alguien o algo,cualquier cosa que va hacer que tu vida gire en 60 grados, la clave que te permita entender y enfrentarte a todo,pero después, cuando menos te lo esperas, cuando crees tener todo bajo control,cuando crees haber encontrado el equilibro que parece perfecto, cuando crees haber encontrado todas las respuestas o por al menos la mayor parte de ellas,surge así de la nada una nueva adivinanza y no tienes ni la mayor idea de como responder, lo que se dice que te pilla por sorpresa.Y lo único que consigues entender es que el amor no te pertenece, que esa palabra que esta compuesta por dos vocales, dos consonantes y dos idiotas, que ese mágico momento en que dos personas sintiéndose ligeras y únicas, sin posibilidad de razonar demasiado, hasta que ambas lo deseen y no habrá hechos o palabras que puedan hacer entrar en razón al otro.Por que el amor no responde a razones.