lunes, 14 de octubre de 2013

Otoño, no tengas prisa en quitarme las manos de la espalda que ya va haciendo frío, y más si no estoy bajo sus sábanas. No tengas prisa y busquémonos las cosquillas. Vamos a impacientar un poco más al invierno. No tengas prisa
que las prisas siempre nos hacen aparecer con cualquier cosa y tocando a alguna puerta en la que nunca nadie abre, como si fuera el amor, como si fuéramos tú y yo. Tú. Yo. Otra vez fríos. Porque siempre vuelve el otoño, y otra vez las mariposas, pero esta vez, tú, no eres la causa de ellas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario